¿Cuáles son los pilares de esta segunda temporada?
Hay muchas diferencias con respecto a la primera temporada, no en cuanto al espíritu del programa, sino en cuanto a que vamos a espaciar los juegos y secciones que ya teníamos -que gustaron y queremos que sigan estando-, vamos a tener el chupetómetro, el billete, la visita, que va a tener muchas maneras diferentes de jugar, y otros juegos nuevos. Queremos seguir siendo el programa que más premios entrega, como sucedió el año pasado.
¿Cómo tomaste el conflicto que surgió con Marley y su supuesto enojo por tener que abandonar el prime time a causa del arribo de Justo a tiempo?
Desde que terminó en diciembre el programa yo sabía que Marley, con 3,2,1 ¡a ganar!, me iba a reemplazar. Después, sí pasó algo en el medio, yo no me enteré. Yo no tuve ninguna charla con el canal, de hecho no tengo contrato, y lo del horario era un acuerdo de palabra. No hubo instancia de discusión, ni de pelea, ni de problema con Marley. Es un tema que me excede. Yo me fui en diciembre con la consigna de volver al año siguiente a la misma hora, y así va a pasar. Entiendo que algo pasó porque lo dicen los medios, pero no porque a mí me haya llegado.
¿Por qué creés que la gente “compró”, desde el año pasado, un ciclo de entretenimientos familiar?
Evidentemente la gente no encontraba un ciclo para ver en familia, que no les hiciera daño, que no les de vergüenza, o los ponga colorados, y creo que hoy en día se agradece que haya un programa sin contraindicaciones. No te pasa de pensar ´cómo no tiene vergüenza de hacer eso´. Es una revancha de la buena televisión, y no digo buena porque sea mejor que otra, sino porque por lo menos no es mala. El gran hallazgo de Justo a tiempo fue proponer a las 21.15 de la noche algo distinto.
¿Cómo te parás frente a la competencia y el rating?
Me banqué todo un año de Valientes, así que estoy acostumbrado, después de eso hago cualquier cosa, porque más competencia que esa, no creo que vaya a tener. Igualmente yo nunca estoy tranquilo, porque mi espíritu es hacer el programa lo mejor posible. De hecho la mejor satisfacción, el mejor piropo es saber que alguien lo compró, como ocurrió con la gente de España. Así que mi objetivo es hacer un muy buen programa de televisión.
¿Cómo te cayeron las nominaciones al Martín Fierro?
Suena feo lo que voy a decir, pero estoy acostumbrado. Siempre estuve por algún motivo, salvo un año. Y uno se acostumbra, son 97 personas que votan, es parte de este medio, no es ni bueno, ni malo. Sí lo ganamos, nos ponemos muy contentos, y sí lo perdemos, nos ponemos muy tristes. Igualmente, creo que voy a ir a la entrega porque cae domingo.
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