El viernes por la noche, en el marco del estreno en Mar del Plata de “La revista de Buenos Aires”, la diva Moria Casán vivió una noche para el olvido cuando intentaba celebrar la inauguración de la temporada.

Moria, junto a su elenco, fue a cenar a un restó marplatente, donde además tenía previsto brindar entrevistas a la prensa presente en la ciudad balnearia.

Sin embargo, la noche terminó de la mejor manera: La diva se pidió una pechuga de pollo con puré de zapallo y verduras salteadas para cenar. Una bebida finamente gasificada de durazno y picoteó unas frutas cortadas en cubitos muy chiquitos.

En diálogo con El Atlántico, Casán dijo: “Una atención pésima. La calidad de atención fue muy mala. A los bailarines nunca le dieron de comer, por eso se fueron, nunca les dieron bola. Y mi amiga pidió una copita de champagne para brindar y se la negaron. Le dijeron 'tomá agua'. La dueña le pidió que se la pague y ella le dijo que ok pero a mi me pareció una locura porque con la publicidad que le hicimos nos tendría que haber dado un Dom Perignon y no la berreteada que nos dieron”, aseguró.

Por la mañana del sábado, la mega figura de las tablas utilizó la red social Twitter para manifestar su enojo: “Bochornoso lugar. La dueña una demente, impresentable, sacada y esquizofrénica digna de estar en un loquero!!!!”.

Sobre el tema, aclaró: “Le pedí que viniera la dueña a hablar conmigo y me dijeron que no, que debía ir yo a hablar con ella. Así que fui con una trompa terrible, le dije que era una mal educada, sin derecho a tratar mal a la gente…le dije de todo. Todavía tengo dolor de estómago por el pollo que nos dieron… En la vida me pasó una cosa así”.

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